Distancia de frenado y neumáticos: los factores determinantes

Hay muchas razones por las cuales ocurren numerosos accidentes en nuestras carreteras. Desde la falta de atención del conductor hasta un estilo de conducción arriesgado, sin respetar los límites de velocidad o la distancia de seguridad. Muchas veces, sin embargo, también ocurren accidentes por culpa del mal estado de los neumáticos. Juntos con frenos y suspensiones, estos elementos influyen notablemente en la que se conoce como ‘distancia de frenado’.

Hoy hablamos sobre la incidencia de los neumáticos en el frenado de un coche. Entre los numerosos accidentes de tráfico que vemos todos los días, alrededor del 80% se producen después que el conductor haya pisado el freno. Entonces, antes de que el vehículo acabe estrellándose, se escucha el tìpico ruido de los neumáticos chirriando en el asfalto en el delicado intento de parar la carrera del coche.

Por lo tanto, los neumáticos son importantes para un frenado correcto, ya que representan el único punto de contacto entre el automóvil y el asfalto. Sin embargo, muchos automovilistas no se preocupan demasiado de este aspecto. En muchos caso, desconocen el nivel de desgaste de las cubiertas del coche ni controlan el estado de la presión.

Cómo la distancia de frenado se ve afectada por el estado de los neumáticos

1- Banda de rodadura desgastada

Incluso si el Reglamento General de Vehículos (Anexo VII) prevé y acepta la circulación con una banda de rodadura de al menos 1,6 mm, en estas condiciones existe el riesgo de colisión, así como el riesgo de sanciones y la reducción de puntos del carnet. Según los expertos, de hecho, incluso con una banda de rodadura de menos de 3 mm, el rendimiento de los neumáticos se ve comprometido.

El desgaste de la banda de rodadura aumenta la distancia de frenado y cambia la velocidad de impacto en caso de accidente. Luego existe el riesgo de aquaplaning, es decir, cuando el neumático pierde contacto con la carretera en mojado. También en este caso, con una banda de rodadura inferior a 3 mm, aumenta la distancia de frenado.

2- Presión de los neumáticos

Incluso cuando la presión de los neumáticos no es correcta, pueden haber problemas. La presión correcta de los neumáticos no solo garantiza el desgaste uniforme de la banda de rodadura, sino que permite un mejor control del vehículo, una buena adherencia a la carretera, pero sobre todo estabilidad al frenar, asegurando una distancia de frenado precisa del automóvil.

Según algunos estudios, tener los neumáticos desinflados o demasiado inflados de 0,5 bar aumenta la distancia de frenado en aproximadamente 4 metros. Esta situación afecta el comportamiento del coche, evidentemente. Con consecuencias que podrían ser trágicas.

Neumáticos, amortiguadores, frenos y distancia de frenado

Algo que es importante saber es que el 60% del frenado se produce con las ruedas delanteras. Por esa razón, estos tres elementos del coche son fundamentales para tu seguridad. Hay que intentar evitar, siempre:

• Neumáticos desgastados: el neumático es el único elemento de contacto entre el vehículo y la carretera. Por esta razón, su mantenimiento es esencial. Si las ruedas están en malas condiciones, disminuirá el agarre, especialmente en condiciones de asfalto mojado (aquaplaning) y la distancia de frenado aumentará considerablemente.
• Frenado defectuoso: posible riesgo de deslizamiento, por la diferencia de freno entre las ruedas y distancia de frenado prolongada.
• Amortiguadores en mal estado: pérdida de adherencia, mal agarre en carretera y distancia de frenado extendida.

Cómo reducir la distancia de frenado

Para evitar que los neumáticos desgastados o inflados incorrectamente afecten el frenado de tu coche, nuestro consejo es llevar a cabo un mantenimiento regular de las cubiertas. ¿Cómo? Contactando personal especializado, que gracias al conocimiento en el campo y las tecnologías de última generación puede evitar este tipo de problema.

• Reemplaza tus neumáticos desgastados respetando edad y kilometraje indicados por el fabricante.
• Verifica la presión de los neumáticos una vez al mes y después de cada viaje.

Pasos simples que te permitirán evitar inconvenientes desagradables como consumir más combustible o perder el control de tu automóvil cuando más lo necesitas.