Qué revisar en el coche cuando hace mucho calor: neumáticos, líquidos y la batería

El sur de Europa y en particular España están experimentando otra ola de calor excepcional a mediados de agosto de 2023, una situación que puede causar problemas en nuestros coches. Aquí algunos consejos para viajar con seguridad bajo el ardiente sol.

Presión de los neumáticos

Los expertos de la plataforma online que monitorea constantemente las condiciones y eventos relacionados con los vehículos de toda Europa, hacen énfasis en un aspecto crucial: la presión de los neumáticos. Estos profesionales subrayan que al considerar la adquisición de un coche usado, es vital asegurarse de no encontrarse con situaciones indeseadas. Una de estas situaciones tiene que ver con cómo el calor afecta la presión de los neumáticos. Se ha observado que por cada incremento de 10 grados centígrados, la presión de los neumáticos puede aumentar en 0,1 bar.

Lo sorprendente es que este fenómeno ocurre incluso cuando el vehículo permanece estacionado. Hay que tener en cuenta que, en situaciones poco comunes, si los neumáticos han sufrido desgaste o no están en condiciones óptimas, podrían llegar a estallar. En consecuencia, es imperativo y prudente comprobar la presión de los neumáticos con regularidad, en especial si el coche suele quedar expuesto al abrasador sol de agosto.

Líquido de refrigeración

El líquido de refrigeración es esencial para el correcto funcionamiento de un vehículo. Es un hecho que la mayoría de los motores están diseñados para operar en un rango de temperaturas que oscila entre los 90°C y 105°C. Sin embargo, si por algún motivo el nivel de este líquido no es el adecuado, el motor corre el riesgo de sobrecalentarse, sobre todo cuando las temperaturas exteriores son elevadas.

Es por ello que es recomendable inspeccionar de manera periódica no solo el nivel del líquido, sino también los tubos que lo transportan. La presencia de grietas o fisuras podría indicar posibles pérdidas, lo último que alguien querría enfrentar en un día especialmente caluroso. En caso de detectar que el nivel de líquido de refrigeración es insuficiente, se debe rellenar de inmediato para prevenir problemas graves en el motor.

Nivel de aceite

El aceite es el lubricante principal del motor y juega un papel esencial en su rendimiento. Es crucial estar atentos a su nivel y estado, especialmente durante temporadas de calor intenso. Las altas temperaturas afectan directamente la viscosidad del aceite del motor. Esta reducción en su viscosidad implica que el aceite se vuelve menos fluido, lo que compromete su capacidad de lubricar adecuadamente las partes internas del motor.

Además, un aceite inadecuado puede incrementar la fricción, lo que a su vez puede resultar en un mayor consumo de combustible. Por ende, si se detecta que el nivel de aceite es bajo o su estado no es óptimo, es aconsejable realizar un cambio antes de embarcarse en viajes prolongados bajo condiciones solares intensas.

La batería

La batería es el corazón eléctrico del vehículo. Si bien es cierto que las temperaturas frías pueden afectar su rendimiento, no se debe subestimar el impacto del calor. Las altas temperaturas estivales pueden generar una serie de problemas en la batería.

Entre estos, se encuentran la evaporación acelerada de los electrolitos, lo que puede conducir a un aumento de la corrosión y la aparición de sulfatación. Estos factores pueden comprometer gravemente el rendimiento y la vida útil de la batería. Por lo tanto, es vital realizar inspecciones regulares para asegurarse de que la batería se encuentre en condiciones óptimas, especialmente durante el verano.