Carreteras secundarias y neumáticos: ¿cuáles son los mejores para conducir por ellas?

Conducir por la red de carreteras secundarias puede implicar una serie de desafíos al volante en función del mantenimiento que se le haya dado a la vía. Normalmente, aquellas más transitadas son de las que mayor mantenimiento disfrutan, pero hay otras que por estar localizadas en lugares más apartados y a veces por poca atención por parte de la Administración, pueden presentar deficiencias de diferente tipo, como por ejemplo un firme en malas condiciones y en cuanto a seguridad del vehículo, los neumáticos se encuentran entre los elementos más importantes, pero una correcta elección de los mismos (y su mantenimiento) cobra todavía más importancia si cabe. Carreteras secundarias y neumáticos: ¿cuáles son los mejores para conducir por ellas? ¡Sigue leyendo y te lo contamos!

¿Qué son carreteras convencionales?

En la Red de carreteras de España, cuando nos referimos a carreteras convencionales o carreteras secundarias, no lo hacemos a vías rápidas, autopistas o autovías, sino a aquellas de calzada única, con un solo carril por cada sentido de circulación, con cruces e incorporaciones al mismo nivel y con accesos a terrenos colindantes. Su trazado se encuentra entre los más antiguos y a menudo presentan firme irregular y cambios de rasante. En un país como España, con un perfil montañoso en buena parte de su territorio, presenten muchas curvas y, por tanto, menor visibilidad.

Como se puede deducir, conducir por una carretera secundaria requiere todavía más seguridad que hacerlo por cualquiera de las vías principales, al ser más los elementos que pueden influir en la seguridad de los conductores. Y el de los neumáticos es un aspecto al que prestar más atención, porque a menudo estas carreteras convencionales están más expuestas a las condiciones climatológicas, al deterioro de la calzada o la presencia de cuerpos extraños como piedras o gravilla.

Carreteras secundarias y la importancia de elegir los neumáticos adecuados

Llegados a este punto, ante lo impredecible que pueden ser las condiciones del terreno sobre el que se circula, hemos de procurar que nuestro vehículo conduzca con neumáticos que puedan ofrecer máxima adherencia, tracción y estabilidad. Estas son algunas de las situaciones más frecuentes a las que podemos enfrentarnos:

• Superficies resbaladizas por la presencia de grava, hielo, nieve o por una deficiente evacuación de agua de lluvia.
• Curvas cerradas.
• Frenazos por presencia de animales en la vía o situaciones derivadas por escasa visibilidad.
• Irregularidades en el camino.

A fin de mantener el confort y la seguridad, es aconsejable optar por neumáticos de construcción robusta y banda de rodadura diseñada para resistir estas adversidades, pues ambos factores pueden marcar la diferencia en cuanto a la longevidad del propio neumático, amén de la seguridad al volante.

En resumen, invertir en neumáticos de alta calidad adaptados a carreteras secundarias no solo mejora la experiencia de conducción, sino que también contribuye significativamente a la seguridad general del vehículo y sus ocupantes.

Neumáticos para carreteras convencionales

Si hemos de circular por carreteras secundarias con un estado de conservación mejorable, las mejores opciones para calzar nuestro neumático son las siguientes:

Neumáticos todoterreno

Diseñados para un rendimiento versátil, los neumáticos todoterreno o neumáticos 4×4 son ideales para conductores que transitan tanto por carreteras pavimentadas como por caminos de grava o tierra. Ofrecen un buen equilibrio entre tracción fuera de carretera y estabilidad en carretera, gracias a su diseño de banda de rodadura única que proporciona agarre en una variedad de superficies. Además, su construcción reforzada los hace resistentes a cortes y pinchazos.

Neumáticos con mayor profundidad de banda de rodadura

Estos neumáticos tienen surcos más profundos y patrones de banda de rodadura agresivos, lo que los hace ideales para manejar en caminos embarrados o con nieve. La profundidad extra en la banda de rodadura permite una mejor evacuación del agua, lodo o nieve, proporcionando así una tracción superior en condiciones deslizantes.

Neumáticos de alta durabilidad

Para carreteras secundarias con superficies ásperas o llenas de baches, los neumáticos de alta durabilidad son una excelente opción. Están diseñados para resistir el desgaste irregular y prolongar la vida útil del neumático bajo condiciones extremas. Su robustez adicional ayuda a prevenir daños causados por impactos o abrasiones.

Neumáticos de invierno

En regiones con inviernos severos, los neumáticos de invierno son cruciales para la conducción en carreteras secundarias. Están pensados para ofrecer la máxima tracción en nieve y hielo gracias a su compuesto de goma especial y patrones de banda de rodadura diseñados para mantenerse flexibles a bajas temperaturas.

Neumáticos desaconsejados para circular en carretera convencional

De igual manera que podemos aconsejar neumáticos para circular en carretera secundaria, también hay otros neumáticos que cabe desaconsejar. Son los siguientes:

• Neumáticos de alto rendimiento o deportivos: estos neumáticos están diseñados para ofrecer un agarre máximo en superficies lisas y pavimentadas, como las que se encuentran en carreteras y pistas de carreras. No son ideales para carreteras secundarias debido a su banda de rodadura poco profunda y su compuesto de goma, que no está diseñado para manejar superficies irregulares, grava o caminos con baches.
• Neumáticos de verano: aunque proporcionan excelente tracción y manejo en carreteras secas y mojadas, los neumáticos de verano pueden no ser adecuados para carreteras secundarias, especialmente en condiciones de baja temperatura, nieve o hielo. Su compuesto de goma tiende a endurecerse en climas fríos, perdiendo tracción.
• Neumáticos con banda de rodadura desgastada: neumáticos con la banda de rodadura desgastada o por debajo del límite legal de profundidad (generalmente 1.6 mm) son particularmente peligrosos en carreteras secundarias. La falta de tracción adecuada puede ser peligrosa en caminos con superficies irregulares o condiciones adversas.
• Neumáticos viejos o caducados: con el tiempo, los neumáticos se degradan, incluso si no se utilizan. Los neumáticos viejos pueden volverse quebradizos y perder su elasticidad, lo que disminuye su capacidad para adaptarse a superficies irregulares y absorber impactos, algo crucial en carreteras secundarias.

En definitiva, si de por sí hemos de prestar mucha atención a los neumáticos con los que conducimos y a su cuidado para que se mantengan en perfecto estado, cuando circulamos por carreteras cuyas condiciones pueden no ser las idóneas, hay que hacerlo con más motivo. Recuerda también revisar otros aspectos clave de la seguridad del vehículo y, por supuesto, conducir con prudencia y adaptando en todo momento la conducción a las condiciones de la vía.