Cinco consejos para afrontar mejor las curvas de montaña en moto

No hay nada que decir: ¡las carreteras de montaña son un verdadero paraíso para los motociclistas! Curvas que se suceden una tras otra, a menudo a un ritmo muy rápido, que obligan al motero a concentrarse y conducir con precisión, se alternan con impresionantes vistas que hacen que las paradas, a veces, sean más satisfactorias que el propio trayecto.

La montaña es, por lo tanto, el hábitat ideal para todo motociclista; pero ¿cuáles son las precauciones a tener para planificar y aprovechar al máximo una de las salidas más bonitas que hayas tenido? Aquí tienes cinco consejos prácticos que te ayudarán a afrontar mejor las curvas en la montaña.

Curvas, centro de gravedad y carga: física para motociclistas

A la hora de emprender un viaje por carreteras de montaña hay que tener en cuenta que, en general, el tiempo en las curvas superará con creces al tiempo dedicado a las rectas. En la práctica, esto significará que pasará la mayor parte de su tiempo en una posición inclinada.

De ahí que, por tanto, se haga imprescindible disponer correctamente el equipaje, procurando no cambiar demasiado el centro de gravedad de la moto y así evitar desagradables cambios de peso. También será importante instruir correctamente a cualquier pasajero para que acompañe el movimiento de la motocicleta durante las inclinaciones y no se oponga a él, arriesgándose a comprometer el éxito del giro.

Cuantos km y cuantas paradas

¿Cuántos km recorrer para una etapa en la montaña? Por supuesto, no hay una respuesta única para todos. En primer lugar, será importante tener en cuenta tu experiencia de conducción, tanto en general como en lo que respecta a la específica en tramos montañosos. Si estás en tus primeras salidas, siempre es recomendable no recorrer largas distancias, manteniéndose en torno a los 100 km diarios.

Sin embargo, una vez que se ha logrado cierta familiaridad, también se pueden abordar etapas de 300 km. Que quede claro que cuanto mayor sea el kilometraje de la ruta, mayor será el número de etapas a planificar, para no estresar demasiado el cuerpo y la moto y no correr el riesgo de llegar a destino agotado; nunca olvide, de hecho, que un nivel excesivo de cansancio también afecta negativamente a la conducción.

Neumáticos adecuados

Los neumáticos de moto, como sabemos, deben estar siempre en las mejores condiciones posibles. Pero si realmente hay un tipo de ruta en la que el estado de los neumáticos se vuelve fundamental, esa es precisamente la ruta de montaña. Las curvas serán fieles compañeras de viaje; por lo tanto, el caucho estará sometido a esfuerzos continuos desde cada lado.

Esto significa que los neumáticos se encuentran en un excelente estado de desgaste en el momento de la salida, para que siempre puedan rendir al máximo durante todo el recorrido. Ni que decir tiene que empezar con neumáticos ya desgastados supondría afrontar buena parte del recorrido con neumáticos de malas prestaciones, arriesgarse a perder adherencia o, por último, molestas sanciones por infringir el código de circulación.

Además, utilizar neumáticos en excelente estado también significa no tener problemas en caso de cambios bruscos de tiempo, que suelen ocurrir en la montaña. Último consejo: los neumáticos no son solo la banda de rodadura; será importante comprobar siempre que también estén inflados a la presión correcta, en relación con el peso del conductor y el número de pasajeros.

Peligro de caída de rocas: los típicos inconvenientes de las curvas de montaña

Cuando se transita por un camino cercano a un cerro rocoso o a un bosque, siempre se debe tener en cuenta la probabilidad de encontrar algún obstáculo inesperado en el camino. Una roca, el tronco de un árbol o un animal errante pueden bloquear tu camino en el último momento; por lo tanto, será importante reducir la velocidad en las proximidades de las curvas ciegas, para así mantener un buen margen de seguridad en caso de imprevistos.

Además, hay realidades en España, por ejemplo en Castilla y León, Baleares, Galicia, Navarra o Andalucía, donde es muy común encontrar animales pastando en medio de las carreteras. Aquí el motociclista también debe convertirse en un poco detective: si nota cierta cantidad de «residuos» de animales en la superficie de la carretera, tenga cuidado, es posible que no muy lejos haya una bandada bastante grande en medio del camino.

Conducir con prudencia, evita riesgos inútiles

Las posibilidades de perder agarre en montaña son directamente proporcionales al número de curvas. En otras palabras: cuidado, ir al suelo no es tan difícil. Así que siempre acelerador bien dosificado y ángulos de inclinación proporcionados a los neumáticos y, sobre todo, a la capacidad de conducción; de hecho, no olvides que no todos los moteros tienen las mismas habilidades.

Si el motero anterior enfrentó la curva de forma arriesgada, por ejemplo tocando con la rodilla el bordillo, no significa que tú también tengas las habilidades para hacerlo de la misma manera.

Por último, presta especial atención al suelo: los raíles, las rejillas rasantes y las juntas de los viaductos serán elementos a tener en cuenta para no tener problemas de estabilidad del vehículo.