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Reparaciones de neumáticos por daños

Cuando se habla de neumáticos, también se habla de seguridad. Es por ello que se debe tratar, conocer y analizar, no solo los daños que puedan presentar, sino también la manera en la que repararlos y cómo hacerlo de manera adecuada.

Los daños más comunes en los neumáticos son los pinchazos o cortes. En caso de que estos alcancen hasta ¼" de la banda de rodamiento, podrán ser reparados por profesionales; siempre y cuando se tomen como referencia los procedimientos aprobados por la industria.

Reparaciones de neumáticos por daños leves

Una guía para reparar tus neumáticos

Antes de comenzar a reparar el neumático, este debe desmontarse e inspeccionarse por dentro y por fuera. Posteriormente, se colocará un parche de goma en la capa interna del mismo y se añadirá un relleno de goma en el agujero del pinchazo.

Los fabricantes de neumáticos no recomiendan reparar los neumáticos desde el exterior con ningún tipo de tapón, pues de esta forma se volverán poco fiables, y no se realizará el estudio pertinente de la estructura interior de los mismos.

Este tipo de reparación se puede llevar a cabo utilizando mechas. Se trata de un procedimiento simple, barato y que lleva solo algunos minutos. En ningún caso debe realizarse si se ha circulado con el neumático deshinchado. Consiste en localizar la fisura, utilizar un punzón lija para limpiar el agujero, atravesar la mecha con un punzón aguja y untar las mechas con pegamento. Posteriormente, insertar la mecha en la fisura con la ayuda del punzón aguja hasta que sobresalgan tan solo unos centímetros, para luego retirarlo con cuidado, girando mientras tanto la mecha en el interior. Por último, cortar el exceso de mecha y el neumático quedará reparado.

Sin embargo, mediante la reparación del neumático se podrá convertir uno dañado en uno de auxilio, siempre que el flanco tenga la presión adecuada y que se encuentre dentro de los límites tanto de velocidad como de kilometraje. A pesar de la posibilidad de reparación externa, es recomendable que los neumáticos sean reparados por profesionales desde el interior.

Reparaciones de neumáticos por daños graves

No todos los daños son iguales

También se pueden encontrar otro tipo de daños, como pendientes u hoyos. Estos son un indicativo de que las ruedas se encuentran desequilibradas o de que alguna parte (o partes) del sistema de suspensión o de dirección necesitan ser revisados, o en algunos casos, reemplazados. Al igual que con los pinchazos o arañazos, se recomienda consultar siempre a un profesional del neumático.

Las pendientes u hoyos se suelen localizar en los neumáticos delanteros ya que la mayoría de coches tienen tracción delantera. Por supuesto, los neumáticos traseros también pueden presentarlos, pues determinadas marcas y modelos cuentan con tracción trasera, lo que influirá en el posterior desgaste de los mismos.

Además, otros ejemplos de posibles daños son los bordes irregulares o deshilachados, que aparecen cuando el coche se encuentra mal alineado. La función de la alineación de los neumáticos es mantener el ángulo de conducción del coche en línea recta, incluyendo el volante. Al encontrarse el coche mal alineado se dañará el neumático, lo cual desgastará los bordes de manera irregular o los deshilachará debido al roce y fricción de este contra la calzada.

Para poder saber si el coche está bien alineado, es importante que los neumáticos tengan una presión adecuada. Una vez que se comienza a conducir el vehículo, habrá que comprobar que la dirección de las ruedas se encuentre centrada. Un coche mal alineado se desviará hacia un lado cuando se suelte el volante y, para poder solucionarlo, se deberá alinear adecuadamente.

Se podrán reparar todos los neumáticos que no se utilizasen para la conducción estando desinflados, cuyo daño se encuentre únicamente en la parte de la banda (es decir, si el daño se encuentra en el flanco del neumático, este se encontraría devastado por completo), o, por último y como ya se mencionó anteriormente, cuyo pinchazo no sea mayor que ¼.

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