Por norma general, cuando conducimos nuestro vehículo y observamos que no tiene una trayectoria constante (se va a izquierda o derecha cuando no sujetamos el volante durante unos instantes) solemos decir que la alineación de los neumáticos del coche no es correcta.
Además, si el comportamiento de la dirección no es normal, cuando maniobramos con nuestro coche o si se produce una vibración en el volante, también podemos estar ante un problema de alineación de las ruedas.
La alineación de neumáticos del coche lo que hace es adaptar la configuración geométrica, los elementos de la suspensión y el mecanismo de dirección según las especificaciones del fabricante. Su función es restablecer los ángulos de los neumáticos para mantenerlos perpendiculares a la superficie de contacto y paralelos entre sí.
Una alineación adecuada favorece un desgaste uniforme de las gomas y un mejor rodamiento, lo que ayuda a alargar la vida útil de los componentes de dirección y de suspensión, además de las ruedas. Por tanto, para que tu vehículo circule en perfectas condiciones, los cuatro neumáticos deben estar en consonancia y es lo que se conoce como alineación de los neumáticos. Una alineación que, con el paso del tiempo, se va perdiendo y que si no se detecta a tiempo puede desembocar en diversos problemas mecánicos.
A la hora de cambiar los neumáticos de nuestro vehículo es necesario realizar un equilibrado de las cuatro ruedas que evite que las vibraciones que absorbe las ruedas puedan llegar a ser percibidas en el volante, salpicadero o asientos y de esta manera mejore nuestra experiencia de conducción y la vida útil de nuestros neumáticos.
En muchas ocasiones se confunde este proceso de equilibrado con otro proceso muy habitual a la hora de optimizar las ruedas de nuestro vehículo, el del alineado. El alineado de las ruedas, también conocido como paralelismo, consiste en poner paralelas las ruedas de cada eje y paralelos los ejes entre sí, y asimismo ajustar los diferentes ángulos de las ruedas, según los valores que el fabricante del vehículo haya definido.
En cambio, en el equilibrado se buscan optimizar otras cuestiones como acoplar los dos elementos básicos de la rueda como son la llanta y el neumático. Con este proceso de equilibrado se consigue corregir elementos físicos de la rueda como el giro, inercia y fuerzas que puedan condicionar el giro homogéneo de la rueda.
A diferencia de los parámetros que entran en juego en la alineación de ruedas, los parámetros a tener en cuenta en un proceso de alineación.
Las dos principales parejas de valores con las que se trabaja son las de convergencia y divergencia, que valora si una pareja de neumáticos está desviada hacia adentro o hacia fuera, respectivamente, y el ángulo de caída que es la inclinación de la rueda hacia dentro o hacia fuera en relación con la vertical si miramos el vehículo de frente.
Un parámetro este último se mide en grados.
Para evitar futuras averías que puedan manifestarse en nuestro vehículo es importante conocer los síntomas de una mala alineación de los neumáticos:
El desajuste puede originarse por varios motivos. Entre los más frecuentes:
A modo orientativo, el coste de alinear las ruedas puede ser de unos 60 o 70 €, aunque todo depende del taller y las promociones que dispongan. Y el tiempo de alineación suele durar aproximadamente una hora si el taller dispone de tecnología láser para alinear los neumáticos entre sí a una centésima de milímetro.
Para que tu coche disponga siempre de una alineación de ruedas adecuada es imprescindible que:
La alineación de neumáticos es un aspecto más a tener en cuenta dentro del mantenimiento de tu vehículo que no debes olvidar. Detectar a tiempo una mala alineación puede ahorrarte muchos disgustos.