Cómo medir la presión de los neumáticos

Dentro de nuestra sección didáctica "Cómo hacer", queremos ayudarte a controlar y tomar la presión de los neumáticos de tu coche. Este aspecto resulta crucial en la seguridad de la conducción, así como en la eficacia y los consumos de combustible.

Por otra parte, cuando cargamos el coche de manera especial —por ejemplo, al salir de vacaciones— es una medida de prudencia adecuar la presión a dicha carga.

Pero ¿sabemos lo necesario al respecto? ¿Tenemos claro cómo medir la presión y qué niveles poner en cada rueda? Queremos ofrecerte toda la información que te permitirá desenvolverte con autonomía, y criterio, en estas circunstancias.

Cómo medir la presión de los neumáticos

Consideraciones sobre la presión de los neumáticos

El neumático es el único contacto que el coche establece con el suelo. El rendimiento y la seguridad de la rueda mejora cuando se utiliza a la presión correcta. Los fabricantes de neumáticos siempre recomiendan qué presión es la ideal en cada modelo, por lo que deberás consultar el manual de instrucciones o el indicador que siempre se incluye, a menudo en el engranaje de alguna de las puertas.

En general, suele ser normal aplicar una presión de entre 28 y 30 psi (1,9 y 2 bares) en los vehículos ligeros. Lo óptimo es verificar su correcto estado cada dos o tres semanas, sin olvidarnos al hacerlo de chequear también la presión de la rueda de repuesto.

En realidad, cuando se sabe medir la presión, el procedimiento resulta muy sencillo. No lleva más de entre 5 y 10 minutos. Para hacerlo debes contar con un manómetro; lo mejor es acudir a la estación de servicio más cercana, donde suelen tener equipos de aire gratuitos o con un pago simbólico (no suele ser más de un euro).

Cómo medir la presión de los neumáticos tu solo

Cómo medir la presión de los neumáticos

La primera cuestión que debes considerar es realizar la medición en frío, evitando que haya recorrido más de 3 o 4 kilómetros. En caso contrario, la presión será superior, porque el aire del neumático se expande por efecto de la rodadura. Si no te queda otro remedio que hacerlo de este modo, añade unos 0,2 o 0,3 bares adicionales al cálculo de la presión.

1. Prepara tu manómetro

Tanto si es de mano como si acudes a una estación de servicio, colócalo junto a tu coche o, al contrario, el coche junto a él. En las gasolineras, deberás buscar la zona de Aire y Agua y estacionar junto al dispositivo. Ten en cuenta que en algunas estaciones de servicio este servicio es de pago pero no te preocupes, su coste aproximado es de un euro y suelen ser máquinas automáticas.

2. Para tu coche

Sitúate delante, detén el motor, acciona el freno de mano y desciende de tu vehículo.

3. Retira los tapones de las ruedas

Te recomendamos quitar, uno tras otro, todos los tapones de las ruedas, incluida la de repuesto. Guárdalos en un lugar concreto, siempre el mismo, para que nunca los pierdas; después deberás colocarlos de nuevo en su sitio. Los localizarás fácilmente porque son de color negro y, habitualmente, están ubicados en el interior de la llanta.

4. Insuflar el aire

Dirígete a la máquina de aire y ajusta la boca de la manguera en el pitorro de la primera rueda. Hazlo con suavidad, pero de manera segura y hasta el final. Al iniciar el proceso, escucharás un ruido de aire. Es normal.

5. Controlar la presión

Comprueba en la máquina de aire la medición de la presión, y ajústala a los requisitos del fabricante.

6. Resto de neumáticos

Tras terminar con la primera rueda, procede de igual modo con el resto.

7. Chequeo final

No es mala opción comprobar, por última vez, que los resultados de todas las ruedas coinciden con los datos del fabricante. Si no es así, repite el proceso para ajustarlo. Finalmente, coloca los tapones... ¡y listo!

Controlar la presión de los neumáticos es así de fácil. Acostúmbrate a hacerlo con frecuencia.