¿Qué hacer en caso de pinchazo?

Las ruedas son uno de los elementos que conforman lo que se conoce como el triángulo de seguridad de un vehículo. Por lo tanto, es fundamental llevar de manera rigurosa su adecuado mantenimiento y que siempre presenten un perfecto estado de revista.

No obstante, llevar un control meticuloso de su estado no garantiza en absoluto que nunca vayamos a sufrir un pinchazo en carretera. En estos casos, los expertos recomiendan mantener la calma y actuar con responsabilidad para evitar situaciones de riesgo.

Qué hacer en caso de pinchazo ligero

Si nuestro vehículo no dispone de un sistema de control de la presión de los neumáticos (TPMS), entonces nos resultará complicado darnos cuenta de que hemos sufrido este percance hasta que no empecemos a percibir que perdemos el control o hasta que el neumático no se deteriore por completo.

Puede pasar que, tras el pinchazo, la rueda se vaya desinflando poco a poco o bien que pierda su presión al instante y notemos que el tacto de la dirección se endurece o que el coche se desplaza hacia los costados.

Probablemente, notaremos también un ruido preocupante, producto del roce más agresivo de la rueda con el asfalto. Si nos vemos en una situación como esta, lo mejor es no perder los nervios y actuar con sangre fría para tratar de recuperar el control y que las circunstancias no nos conduzcan hacia un desenlace fatal.

Qué hacer en caso de pinchazo grave

Los neumáticos antipinchazos, la solución

En caso de que suframos este percance, es primordial que sujetemos el volante con firmeza y que reduzcamos la velocidad de manera suave y progresiva. Las frenadas bruscas no son recomendables, puesto que dificultan que recuperemos el control del vehículo. Podemos ayudarnos del freno de mano para ir reduciendo marchas hasta que el vehículo se pare por completo.

Nada más percatarnos de que hemos sufrido un pinchazo, debemos accionar las luces de emergencia para avisar al resto de conductores de que nos encontramos en apuros. Así evitaremos que, por despistes o faltas de entendimiento, puedan producirse colisiones u otras situaciones embarazosas.

Debemos buscar un lugar donde podamos permanecer detenidos y colocar los triángulos de emergencia, y una vez hecho esto, tenemos dos opciones. La primera es colocar la rueda de repuesto. En este sentido, los neumáticos antipinchazos, o runflat, son una solución muy interesante, puesto que permiten seguir circulando a una velocidad moderada durante una distancia determinada en caso de sufrir un percance de este tipo.

De esta forma, podremos acudir hasta el taller más cercano para que un profesional arregle este desaguisado. Si no somos capaces o no contamos con las herramientas necesarias para quitar el neumático que ha sufrido el pinchazo y colocar otro de repuesto, entonces la opción que nos quedará será la de avisar al seguro y hacer uso del servicio de asistencia en carretera.