Neumáticos de invierno vs cadenas, ¿qué es más recomendable?

Son muchas las personas que entran en la misma duda. ¿Utilizar cadenas de nieve o neumáticos para el invierno? Sin duda, cada uno tiene sus ventajas y sus contras. Debes conocerlos en profundidad y determinar si son aptos o no para tu tipo de conducción y para las carreteras por las que vayas a circular. Y, ante todo, procura escoger modelos de calidad para este año, ya sean neumáticos de invierno como cubiertas para nieve o cadenas.

¿Cadenas o neumáticos de invierno (cubiertas para nieve) para estaciones frías?

Muchas personas piensan que los neumáticos de invierno únicamente se utilizan para circular por carreteras nevadas. Esto no es cierto. Los neumáticos de invierno pueden equiparse desde el primer día de invierno o temporada invernal, manteniéndolos hasta el final. Las cadenas sí que se utilizan únicamente para situaciones muy concretas, específicamente para cuando la vía tiene exceso de hielo o de nieve.

Cadenas de nieve: ventajas y desventajas

A pesar de que existen muchos tipos, la mayoría de ellos suelen ser bastante económicos. Son piezas clave de difícil deterioro, a pesar de utilizarse durante años. De hecho, el coste es mucho menor al de los neumáticos de invierno. Por supuesto, ocupan un espacio reducido en el vehículo.

Con respecto a sus desventajas, podemos citar que el montaje no es tan sencillo como parece. Siempre vas a tener que detenerte y asegurarte que se colocan de forma adecuada, en condiciones muy incómodas. Por supuesto, no todos los coches pueden montarlas y solamente van a servir cuando predomine un exceso de hielo o nieve en la carretera. En algunas ocasiones, el hecho de montarlas mal puede provocar averías, además de dificultar la conducción en carretera.

En sí, son menos eficaces en frenada que los neumáticos invernales, incluso interfieren en exceso con el ABS.

Rueda de invierno: ventajas y desventajas

Con respecto a sus ventajas, destacarse que la rueda de invierno es excelente para toda la temporada de frío. Una vez montada, ya no tienes que perder más el tiempo, como al colocar las cadenas de nieve.

Por supuesto, entre sus ventajas, se encuentra la cómoda conducción del vehículo y su gran eficacia con respecto a la frenada. Por ejemplo, ¿sabías que a 0 grados una rueda de invierno puede reducir hasta un 23 % la distancia de frenado? Tampoco interfiere con el ABS o el ESP por lo que vas a mantener tu seguridad activa en todo momento.

La desventaja de esta tecnología es que claramente es menos económica que las cadenas de nieve. Asimismo, no todas las ruedas de invierno permiten circular sin cadenas. Solamente las que lleven el símbolo del hielo y el flanco con forma de montaña van a disponer de una banda de rodadura apropiada para el agarre en nieve.

Por supuesto, estas ruedas van a ocupar bastante espacio cuando no las utilices y con el tiempo pueden resecarse y perder las propiedades íntegras. Asimismo, su vida útil es mucho menor. De hecho, la profundidad de su dibujo en la rueda no debería ser inferior a 4 mm nunca.

Por supuesto, además de las anteriores tecnologías, es imprescindible que sepas cómo conducir por el hielo. Procura no frenar de golpe y cumplir con las velocidades establecidas. Y, por supuesto, respeta la distancia de seguridad con el resto de vehículos. Así que, lo mejor es invertir en seguridad. Por eso, es clave apostar por unas buenas ruedas para toda la temporada. Y, si es necesario, complementarlas con unas cadenas para la nieve. Así, recuerda que los neumáticos de invierno pueden ser aptos para épocas de frío.

Recuerda que las cadenas son un “parche” que se utilizan solo en momentos muy concretos.