Parabrisas astillado: cómo y por qué necesita ser reparado inmediatamente

¿Siempre es necesario reemplazar un parabrisas roto o astillado? No todas las grietas o fisuras son iguales y se no se repara de inmediato el parabrisa, las consecuencias pueden ser muy graves. Es este artículo te explicaremos la importancia de una intervención rápida cuando tienes algún percance con el cristal delantero de tu vehículo.

El parabrisas, primer elemento de seguridad

El parabrisas de su coche a toda velocidad es golpeado por un guijarro. El cristal se astilla, no te preocupes y al cabo de un tiempo se abre una fisura que obliga a sustituirlo. Le ha sucedido esto a usted? Parece suceder una vez cada veinte años, a todos los automovilistas.

Es un promedio estadístico, por supuesto, y como tal esconde fuertes diferencias. Cuando el daño ocurre por primera vez, resulta que hay especialistas en reparación de parabrisas, un mercado que es increíble tanto en términos de volumen de negocios como de inversión en investigación por parte de empresas especializadas.

Pero, ¿qué hacen estos «mecánicos de vidrio» y qué tan conveniente es confiar en sus manos? Si quieres saberlo, sigue leyendo.

Recuerda esta simple ley: cada astilla se convertirá en una grieta. En el campo de la reparación de parabrisas, esta afirmación es un axioma que se convierte en una recomendación para todos los automovilistas. Reparar un pequeño desperfecto en el cristal antes de que el parabrisas quede irreparablemente dañado.

Cómo se rompe un parabrisas

Todo comienza con el “guijarro” que reposa sobre el asfalto de caminos y carreteras hasta que un automóvil o vehículo pesado lo levanta por los aires con sus ruedas. Si el siguiente vehículo atrapa los escombros en el parabrisas, su conductor escuchará un desagradable «golpe» y, con el automóvil parado, puede notar una pequeña mella en el vidrio.

Hasta aquí la dinámica natural de las cosas. Lo que, según los expertos, se debe hacer inmediatamente después es reparar esta lesión ya que, a pesar de su apariencia inocua, reduce hasta en un 70% la resistencia del parabrisas, creando las condiciones para su posterior rotura.

Es solo cuestión de tiempo porque el parabrisas de un automóvil está sometido continuamente a estrés físico, desde vibraciones hasta cambios bruscos de temperatura entre el interior y el exterior del habitáculo; desde el punto de desportillado comenzará tarde o temprano una grieta que nos obligará a reemplazar el parabrisas.

Con condiciones de frío exterior (-10 °C y viento frontal a 70 km/h) y calor en el interior del coche (aire caliente dirigido a máxima temperatura sobre el parabrisas), después de poco más de 5 minutos se materializa una grieta de un metro de largo en el cristal. Y el epicentro obviamente ese pequeño agujerito provocado por el guijarro del asfalto.

Cómo se repara un parabrisa

En realidad, el vidrio puede romperse después de mucho más tiempo. Si no conduces por zonas caracterizadas por climas especialmente duros, carreteras irregulares o, en cualquier caso, viaja algunos kilómetros, pueden pasar meses o años.

Pero el riesgo de tener que sustituir un parabrisas desportillado algún día existe, y los talleres modernos se han especializado en evitarlo. El trabajo de reparación es muy particular. En primer lugar porque el técnico parece más un enfermero de laboratorio: lleva guantes azules, gafas protectoras y juguetea con herramientas específicas extraídas de un maletín llamado, por supuesto, glass medic.

Y luego porque trabaja con minuciosa precisión, alternando la aplicación de una resina patentada sobre el vidrio con el uso de herramientas capaces de limpiar, luego despresurizar, secar con rayos UV y pulir la parte «operada» del vidrio. En 30 minutos el agujero desaparece, tanto a la vista como al tacto, y el técnico asegura que hasta la resistencia estructural del parabrisas vuelve a ser la original.

Precio de reparar un parabrisa

Naturalmente, no todas las fisuras son reparables porque no deben superar un cierto diámetro, pero la conveniencia económica en comparación con la sustitución del parabrisas es innegable. Si no tienes un seguro de «cristales», el taller te cobra alrededor de 80 euros por una intervención, mientras que la sustitución completa del parabrisas cuesta entre 400 y 1.000 euros y el coche debe permanecer inmovilizado durante 2 horas.

En todo caso, el problema es otro: admitido que no se concede que el automovilista medio note una pequeña mella en el cristal, hay que suponer que el mismo automovilista toma la iniciativa de solicitar reparaciones preventivas. Bueno, imaginamos tal dosis de escrúpulos solo en aquellos que ya han experimentado el gasto de reemplazar un parabrisas completo.

Porque se paga caro la primera vez que aprendes que más vale prevenir que curar.