¿Por qué los automovilistas se detienen para ver los accidentes de tráfico?

Cuando hay un accidente de tráfico en la autopista que provoca largas colas, suele ocurrir lo mismo en el carril contrario debido a que los conductores reducen la velocidad o se detienen a mirar. Esto provoca una perturbación del tráfico y la posibilidad de que, por la distracción provocada por la curiosidad, se desencadenen otros accidentes.

La gente se pregunta «¿qué pasó?», «¿Hay heridos?», y tal vez buscan la luz intermitente de la ambulancia o de la policía para hacerse una idea de lo que pasó.

Alivio y aprendizaje

¿Por qué somos llevados a comportarnos de esta manera? ¿Por qué siempre nos atraen estos incidentes? ¿Por qué nos gusta mirar lo que más tememos en la realidad? ¿Por qué existe el fenómeno de los llamados turistas de desastres?

Ciertamente hay personas a las que les fascinan más que otras estos escenarios, pero básicamente hay dos razones generales que producen este comportamiento.

1. En primer lugar, sentir una sensación de alivio, más o menos consciente, por ver una situación de sufrimiento y dolor ajeno sin estar directamente involucrado en ella: apreciar la propia integridad física personal frente al sufrimiento de los demás. Al asistir al evento, cada uno de nosotros puede identificarse a través de una comparación social descendente con lo que sucedió, participar en él de alguna manera, pero sin involucrarse personalmente en él. Según Philip Stone, del Black Tourism Research Institute, sería un proceso mental que nos lleva a cada uno a pensar en nuestra propia muerte a través de la de los demás.
2. Luego hay un significado ligado al proceso de aprendizaje: observar lo que les sucede a los demás, incluso en situaciones dramáticas, nos permite prepararnos para vivir hechos similares. En cierta medida esto es lo que sucede ante una película de desastres: podemos experimentar las emociones de los protagonistas, prepararnos para vivir los mismos escenarios, preguntarnos cómo nos comportaríamos en esas circunstancias. Todo sin pagar las consecuencias: verdaderamente impagable. Por otro lado, experimentar emociones como la ansiedad y el miedo en una situación que está totalmente bajo control realmente te permite aprender a no sentirte abrumado por ella.

Por qué nos detenemos a ver accidentes (creando enormes colas)

Desde que la naturaleza creó los jubilados (con o sin sombrero), siempre nos hemos preguntado: ¿por qué tanta gente se detiene a mirar los accidentes y algunos, como el escritor, incluso se arriesgan a estrellarse para ver mejor lo que sucede en el otro carril? Un famoso profesor de la Universidad de Wake Forest en Carolina del Norte, EEUU, tiene su explicación, y el Daily Mail, cuyos reporteros son probablemente miembros del club, la publica.

Qué dice la ciencia

Este profesor habla de ello en su nuevo libro, titulado «A todo el mundo le encanta un tren descarrilado», y su explicación es muy clara: porque mirar los accidentes es de alguna manera bueno para nuestra salud mental. Por eso no podemos mirar hacia otro lado.

Para comprobarlo, se convirtió en un observador participante de sí mismo, ya que notó que tenía la misma fascinación morbosa por los accidentes. Y notó que su obsesión con lo macabro y sangriento comenzó después de darse cuenta de que se sentía cada vez más atraído por el lado oscuro de la vida. “¿Por qué me gusta Poe? ¿Por qué amo los libros y las películas de terror de Mary Shelley? ¿Por qué, aunque tengo una esposa y una hija, no puedo dejar de ver películas de Boris Karloff? Porque todos tenemos un lado morboso, y no nos hace sentir tan mal».

Una teoría interesante

Para probar su teoría, el profesor emprendió un viaje a través de «la parte más oscura de América«, entrevistando a un gran número de biopólogos, psicólogos, sociólogos y antropólogos. «He preguntado a muchos expertos en el campo y me he convencido de que si nos acercamos nuestro lado oscuro de la manera correcta, esto solo puede hacernos bien. El morbo da una extraña excitación fisiológica, un estímulo animal que, según algunos científicos, también tiene un valor evolutivo. Las gacelas observan cómo un león se come a su ex pareja. Y así aprenden lo que arriesgan si dejan de correr”.

La esencia de los accidentes de tráfico

Según el investigador americano, si observas un accidente automovilístico en la carretera, automáticamente piensa en el sufrimiento de los demás y se siente un poco aliviado de haber escapado. Con tal de que todo dure sólo un momento: “Aquellos que buscan el dolor, el sufrimiento y la catástrofe como principal propósito en la vida pueden caer enfermos de depresión, y volverse insensibles al significado de la catástrofe y la tristeza de la vida. De esta manera ya no apreciamos las cosas bellas”.

El profesor siempre está convencido de que hay una película que lo resume todo a la perfección: El resplandor de Stanley Kubrik: “El peligro es cuando nos damos cuenta de que los monstruos están dentro de nosotros. En ese momento nos convertimos en monstruos”.