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Consejos

¿Cuándo hay que cambiar tornillos y tuercas de las ruedas?

Cuándo hay que cambiar tornillos y tuercas de las ruedas

La seguridad es un valor prioritario para el automovilista y los fabricantes han avanzado enormemente en cuanto a sistemas de protección activa y pasiva. Este factor por supuesto no nos exime de brindar controles periódicos para utilizar nuestro vehículo con serenidad.

La importancia del mantenimiento de las ruedas

Los automovilistas españoles más atentos suelen comprobar la presión y el desgaste de los neumáticos y verifican también con frecuencia la eficacia del sistema de frenado. Al mismo tiempo, asegurarse de que las luces estén en pleno funcionamiento y bien ajustadas, cambiar las escobillas del limpiaparabrisas con frecuencia, protegerse de los aguaceros repentinos, son precauciones que nos permiten ponernos al volante de nuestro coche o moto y circular con confianza.

Tornillos y tuercas de las ruedas, esos desconocidos

Incluso los más responsables suelen pasar por alto un elemento de gran importancia para la seguridad: la inspección y el mantenimiento de los tornillos y tuercas de las ruedas.

Los sistemas de sujeción, sometidos a un estrés extremo durante la conducción, pueden aflojarse y a veces la sujeción rutinaria al cambiar los neumáticos no es suficiente. Por lo tanto, es necesario verificar periódicamente que las tuercas y los tornillos estén siempre bien apretados.

Cambiando unos tornillos y tuercas ruedas

Diferencia entre tuercas y tornillos

La rueda se puede conectar al automóvil a través de dos sistemas, tuercas o tornillos.

Distinguirlos es muy sencillo: si una vez extraída la rueda, esta se desliza sobre los tornillos que van fijados al buje y sobresale, el bloqueo se produce mediante las tuercas. Es el sistema más utilizado y práctico en la actualidad ya que permite introducir firmemente la rueda (el neumático y la llanta juntos) en una guía y apretarla fácilmente.

Si el buje, por el contrario, tiene agujeros roscados a los que hay que hacer coincidir los presentes en la rueda antes del bloqueo, esto se hace por medio de los tornillos.

Principales riesgos y cómo evitarlos

Las tuercas y tornillos no controlados pueden soltarse, con gran peligro para la seguridad de la conducción. Las primeras señales de advertencia son fuertes vibraciones en el volante, aumento del ruido y problemas para maniobrar el vehículo. Para evitar la rara posibilidad de perder una rueda, detente inmediatamente y verifica el estado de los acoples.

El óxido y la corrosión son los principales enemigos de tornillos y tuercas: además de consumirlos, causando problemas de estabilidad de apriete, pueden bloquearlos impidiendo desmontar la rueda en caso de necesidad, como un pinchazo inesperado.

La principal precaución es comprobar el correcto bloqueo de las ruedas al menos cada 40.000 km, atornillando tornillos y tuercas transversales, para obtener un apriete uniforme y un perfecto alineado de las ruedas. Para ello es recomendable utilizar la llave dinamométrica que le permita ejercer el par adecuado, el indicado por los fabricantes, obteniendo el mejor resultado. De hecho, un apriete excesivo puede provocar el riesgo de estropear las roscas, con la necesidad de reemplazar pernos y tuercas.

Cuando debes cambiar los tornillos y tuercas de las ruedas

¿Y si tenemos que cambiarlos?

Elegir el tipo correcto de tuercas o tornillos es muy importante. El tipo de tuerca, por ejemplo, debe coincidir con la rueda y la longitud de los tornillos que no siempre es la misma; el emparejamiento incorrecto puede hacer que se afloje el bloqueo.

En particular, se debe tener cuidado al cambiar las llantas, comprobando tanto el grosor como la correspondencia de los agujeros.

La elección de los bulones es más sencilla ya que existen muchos modelos de diferente largo y tamaño; la cabeza puede ser cónica, esférica o plana, adaptándose perfectamente a la llanta.

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