La Unión Europea cambia las restricciones a los coches de gasolina y diésel

Europa está lista para seguir el camino del pragmatismo en los estándares Euro 7 para automóviles diésel que podrían estructurarse ya en las próximas semanas. La nueva directiva de la Comisión Europea podría actualizar después de diez años los estándares que actualmente están en Euro 6 pero sin una reducción drástica de los requisitos de contaminación.

La Unión Europea suaviza la norma Euro 7

Como informa la prensa internacional, de hecho, muchas de las normas podrían equipararse a las anteriores y se destaca que la Euro 7 «endulzada» garantizará que al menos 100 millones de coches aprobados de hecho según las antiguas normas Euro 6 puedan volver a circular por las carreteras en los próximos años. Además, podrán permanecer en circulación durante otras dos décadas, circulando efectivamente en las carreteras incluso después del umbral de 2035 establecido por Europa para detener la venta de automóviles de combustión interna.

Los estándares Euro 7 han estado en desarrollo durante cuatro años y ya están muy retrasados. Extenderán el mandato de las reglamentaciones sobre contaminantes para cubrir las partículas finas, junto con las partículas de neumáticos y frenos y contaminantes como el monóxido de carbono y los óxidos de nitrógeno. También abordarán la duración de la batería.

Esperando al Euro 7+

Euro 7+ es la propuesta legislativa más seria de la UE para la industria del automóvil tras la prohibición de los motores de combustión interna aprobada en verano.

La industria espera con igual preocupación las propuestas de la Comisión Europea para los nuevos estándares de emisiones Euro 7. La propuesta se ha presentado  ya varias veces, en parte porque la industria utilizó todos los medios en una etapa temprana para resistir las estrictas especificaciones para sustancias nocivas (como los óxidos de nitrógeno y el polvo fino que inicialmente fueron considerados). La presidenta de la Asociación Alemana de la Industria Automovilística (VDA), Hildegard Muller, ha advertido contra las decisiones europeas realizando una fuerte campaña de lobbying.

Las reglas del juego cambian

El cambio de contexto global (el Covid antes, la Guerra en Ucrania ahora) y las incertidumbres europeas hicieron el resto.

«A la luz de la situación geopolítica y económica actual, se ha llevado a cabo una revisión final«, afirma la Comisión en la evaluación de impacto introductoria a su proyecto de ley Euro 7, citando el aumento de los costes de la energía y las materias primas del sector.

El nuevo proyecto de reglamento que debería aprobarse el próximo 9 de noviembre supone una gran victoria para la industria del automóvil, que no tendrá que hacer grandes esfuerzos en la próxima década para reducir la contaminación en la próxima generación de automóviles con motor de combustión interna. Una tecnología que debería eliminarse gradualmente para 2035 según las nuevas reglas que se están negociando actualmente.

Inicialmente, el documento europeo establecía que los límites de emisión de óxido de nitrógeno se reducirían de 60 a 30 miligramos por km, y los límites de partículas descenderían de 4,5 a 2 miligramos por km, en función de las nuevas tecnologías de emisión. Estas condiciones también habrían aumentado los precios de los vehículos de gasolina un 0,8% y los precios de los vehículos diésel un 2,2%.

A la luz de las actuales circunstancias geopolíticas y económicas la Comisión lo ha «reajustado» para ejercer menos presión sobre la cadena de suministro de automoción. Ya bajo presión por la muy disputada decisión de junio sobre la electricidad y que ahora correría el riesgo de una nueva crisis si se propone un ajuste tan drástico.

Hasta la fecha, no hay certeza sobre los umbrales finales: seguramente, sin embargo, como también recordó recientemente el CEO de Stellantis Carlos Tavares, el Euro 7 en su forma original «debería ser tirado«. Y los umbrales finales se reducirán significativamente.