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Un elemento muy importante de nuestro vehículo, sobre todo ahora en verano, es el aparato de aire acondicionado. Este sistema permite enfriar y purificar el aire del habitáculo además de eliminar el exceso de humedad y los malos olores.
En todos los vehículos modernos forma una parte fundamental del circuito de ventilación y calefacción. Este dispositivo permite regular la temperatura del interior del coche a la deseada, independientemente de la época del año y la climatología que exista en el exterior.
Debido a estas características se ha convertido en un elemento de seguridad dentro de los coches. Conducir bajo una ola de calor sin disponer de aire acondicionado, nos dificulta en gran medida la toma de decisiones y entorpece los reflejos.
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Los componentes del aire acondicionado
El funcionamiento del aire acondicionado de nuestro coche es muy similar al funcionamiento de una nevera. Se trata de un circuito cerrado en el que se sitúan diferentes componentes básicos, tales como un compresor, condensador, ventilador, sensor de temperatura, el gas refrigerante y un evaporador.
La mayoría de aires acondicionados montados en los vehículos actuales llevan estos componentes, aunque en función de la marca y modelos pueden variar ligeramente.
¿Cómo funciona el aire acondicionado de nuestro coche?
Para comenzar debemos conocer que el compresor no utiliza energía eléctrica para funcionar, sino que está propulsado por un embrague electromagnético que hace uso de la potencia del motor de combustión. Todo el proceso de enfriamiento del aire se basa en la compresión y descompresión del gas refrigerante dentro del propio circuito cerrado.
Cuando se comprime este gas se calienta. Al salir del compresor hacia la válvula de expansión pasa por el condensador que se encarga de volverlo a enfriar. Al enfriarse, el gas se convierte en líquido. Una vez en estado liquido pasa por un proceso de filtrado eliminando cualquier tipo de impureza o suciedad que pudiera haber cogido en el compresor. Así se evita la obstrucción de las mangueras y se evita que empeore el enfriamiento.
Tras salir del secador y del proceso de filtrado, el líquido refrigerante pasa por otra válvula de expansión para entrar en el evaporador, donde vuelve a su estado natural: gaseoso. Una vez está en este estado, entra de nuevo en el compresor donde comienza otra vez el ciclo.
¿Cómo hacer que el aire acondicionado enfríe más?
Veamos algunos consejos para conseguir enfriar el interior de nuestro coche lo antes posible.
El primer consejo para conseguir que el aire enfríe lo máximo posible es un correcto mantenimiento. Con el uso, el gas refrigerante puede ir reduciendo su volumen. Es importante acudir con el coche a nuestro taller de confianza y rellenar el circuito con el gas refrigerante necesario cada cierto tiempo.
Otro consejo útil para aumentar la eficacia de nuestro aire acondicionado es usarlo de vez en cuando en invierno. Si se mantiene mucho tiempo el circuito parado pueden surgir algunos desperfectos que harán que el aire acondicionado pierda parte de su efecto enfriador.
Si tenemos en cuenta estos consejos y mantenemos la temperatura del aire a unos 22 grados centígrados podremos alargar la vida útil de nuestro sistema refrigerante.
