Quien tiene la culpa en un accidente dando marcha atrás

Si con tu coche provocas una colisión o atropellas a un peatón mientras circulas marca atrás, ¿es siempre tuya la culpa?

Como veremos, el conductor que da marcha atrás debe tomar todas las precauciones para no crear un obstáculo o peligro para los demás usuarios de la vía y en caso de accidente siempre se le presume culpable.

Pero existen circunstancias en las que también puede reconocerse un porcentaje de responsabilidad por parte de la contraparte, con la consiguiente reducción para ésta de la cuantía de la indemnización por daños y perjuicios por colisión trasera.

Averigüemos juntos cuáles son estas condiciones.

¿Quién tiene la culpa en un accidente dando marcha atrás?

La mayoría de los nuevos modelos de coche están equipados con sensores de estacionamiento y cámaras de visión trasera para ayudar al conductor del vehículo al circular marcha atrás.

Para los automóviles sin estas tecnologías, es necesario confiar en los espejos retrovisores para asegurarse de que no haya obstáculos y que no se acerquen otros vehículos o peatones.

El Código de Tráfico y Seguridad Vial establece que el conductor que realice una maniobra de marcha atrás deberá asegurarse de que puede hacerlo sin crear peligros para terceros, en función de su «distancia, dirección y posición«.

Quienes circulen marcha atrás tienen la obligación de señalar su intención con antelación mediante los indicadores de dirección y de dar siempre prioridad a los vehículos en marcha normal.

En caso de accidente de tráfico siempre se presume culpable del accidente a quien conduce marcha atrás, salvo prueba en contrario.

Según la ley actual, el conductor del vehículo que retrocede en el momento del choque siempre se equivoca y es el responsable principal. Piense en un vehículo que, al salir marcha atrás de un espacio de estacionamiento, de repente invade la carretera de un automóvil que se aproxima y provoca una colisión trasera.

La culpa siempre es del conductor al dar marcha atrás, porque para incorporarse al flujo de tráfico desde una posición de estacionamiento, se requiere dar prioridad a los que ya están en la calzada.

Sin embargo, como veremos, hay casos en los que también se puede reconocer al otro vehículo como culpable de contribuir al accidente, lo que, recordemos, implica una reducción, en una medida porcentual igual a la de la responsabilidad comprobada, de la cantidad monetaria de la indemnización por los daños sufridos.

¿La culpa del conductor al dar marcha atrás es siempre del 100%?

La ley actual establece que en caso de colisión entre vehículos se presume siempre el 50% de la culpa, salvo prueba en contrario. Sin embargo, como hemos visto, si uno de los conductores da marcha atrás, es su culpa, pero no necesariamente al 100%.

Por ejemplo:

• si dos vehículos chocan mientras ambos salen simultáneamente de un espacio de estacionamiento, la responsabilidad por el accidente será casi con certeza la misma.

Pero también hay otros casos en los que el conductor que va marcha atrás no puede ser considerado el único responsable del accidente.

En efecto, cuando el juez haya constatado la responsabilidad de uno de los conductores no puede, por ello, tener por excedida la presunción de igual responsabilidad del otro conductor, sino que debe verificar concretamente si se trata de la éste se ha comportado o no correctamente según la prudencia.

De hecho, para superar esta presunción y obtener el 100% de la razón del accidente, es necesario que el conductor demuestre las violaciones de la contraparte y que ha hecho todo lo posible para evitar el daño.

La esperanza es que los jueces confirmen una negligencia concurrente, como en estos casos:

• como cuando el conductor que recibe el golpe decide no realizar ninguna maniobra para evitar la colisión
• o cuando le resulta imposible evitarla por causas no imputables a quien conduce marcha atrás (alta velocidad, distancia de seguridad reducida, no ceder el paso, saltarse un semáforo en rojo, conducir en sentido contrario o al realizar un cambio de carril donde está prohibido).

Peatón atropellado por un vehículo marcha atrás: las responsabilidades

Los conductores de vehículos tienen el deber de ceder siempre la precedencia a los peatones, como usuarios «débiles» de la vía, y tienen la obligación de detenerse cuando estén cruzando el paso de peatones o estén a punto de hacerlo.

Incluso en el caso de atropello de un peatón fuera de los pasos de peatones, el conductor no queda exonerado de responsabilidad por el accidente, ya que, según la jurisprudencia, el cruce repentino de un peatón no puede considerarse un acontecimiento fortuito, aunque se produzca fuera los pasos de peatones.

Con mayor razón, quien está realizando una maniobra de marcha atrás está obligado a hacerlo con seguridad, lentamente, adoptando todas las precauciones necesarias y con pleno control del espacio que hay detrás.

El conductor, si realmente no puede evitar realizar esta maniobra, debe en todo caso realizarla con seguridad, recurriendo si es necesario a la ayuda de personas que desde el suelo le permitan circular sin causar peligro a terceros, incluso si conduce un vehículo. con espejos retrovisores y homologados para plena y perfecta circulación.

Sin embargo, en algunos casos también se puede identificar una falla contributiva del peatón victima del atropello.

Por ejemplo, si la persona atropellada por un coche en marcha atrás, está parada en un punto de la vía que hacía imprevisible su presencia, difícil de localizar y, por tanto, más expuesta al riesgo de la inversión.

De hecho, según la ley incluso los que caminan están obligados a seguir las reglas de prudencia impuestas por el Código de Tráfico. Además nunca se justifica la conducta imprudente: los peatones están obligados a circular únicamente por los espacios habilitados para ellos. Como aceras, avenidas y andenes y, a falta de éstos, están en todo caso obligados a mantener el borde de la calzada opuesto al sentido de marcha de los vehículos.

También está prohibido detenerse o demorarse en la calzada, excepto, por supuesto, en casos de necesidad.

Si el tribunal reconoce parte de la responsabilidad al peatón, es posible que la cantidad a pagar por el conductor pueda reducirse de hasta la mitad.