Con la llegada del verano debes cuidar aún más y mejor las ruedas de coche porque puedes sufrir las consecuencias negativas del calentamiento del asfalto durante tus viajes. La temperatura que alcanzan, sobre todo en circulación rápida, puede derivar en un acortamiento de vida de cada neumático. Por eso, antes de irte de vacaciones debes revisar cada una de tus ruedas.
Que ruedas comprar para circular en verano
Si vas a utilizar con frecuencia tu vehículo para emprender un largo viaje o vas a acumular muchos kilómetros en repetidos trayectos entre tu pueblo y la playa, por ejemplo, debes tener unos neumáticos en forma. Para ello, la primera opción es adquirir unos neumáticos de verano como requisito fundamental para después ajustar bien la presión y controlar la banda de rodadura. Esta es la que contacta la rueda con la calzada, por tanto las perfectas condiciones que tenga son muy importantes. Recuerda que en España el mínimo de banda es 1’6 milímetros, pero no te la juegues. Tu seguridad y la del resto de conductores es una constante inquebrantable.
Si notas u observas algún síntoma de deterioro en alguna zona del neumático, debes sustituirlo por precaución antes de salir de casa. Además, nunca está de más llevar una rueda de repuesto bajo tu coche por lo que pueda suceder durante el viaje. En caso de un pinchazo inoportuno, tener un recambio es la mejor forma de salir del apuro. Depende de las carreteras o autovías que transites, te podrías encontrar en un lugar muy apartado justo cuando sufras el imprevisto. Así que disponer de la quinta rueda será un seguro.
Cambia las ruedas de invierno
Lo primero que debes tener en cuenta es que para la época estival lo mejor es sustituir los neumáticos que llevas utilizando durante los meses fríos y otoñales. No están adaptados a las altas temperaturas, por tanto les afecta mucho más el calor, con lo que el desgaste siempre es mayor que con unas ruedas diseñadas para rodar en verano. Además, piensa en el menor rendimiento que te aportarán y, por supuesto, el riesgo de sufrir un accidente que será superior.
Una vez tengas sustituidas en tu automóvil las ruedas de invierno, debes configurar la presión según las instrucciones del fabricante. De esa manera te asegurarás un funcionamiento óptimo en aspectos de adherencia al asfalto, consumo de combustible y su durabilidad. También debes recordar que la presión se ajusta con el neumático frío, nunca en caliente tras haber usado el coche.
Otros consejos para reducir los impactos del calor
El modo de conducción es otro factor determinante para que las ruedas de coche se vean menos afectadas por el calentamiento. El riesgo de pinchazo o reventón es superior con el asfalto hirviendo, por lo que debes mantener, en la medida de lo posible, una forma de conducir suave, donde evites también los fuertes frenazos. Observa bien todas las señales, así como al resto de usuarios de la vía y mantén la distancia de seguridad recomendable.
Por otro lado, cuando aparques o dejes de utilizar tu vehículo durante unas horas lo recomendable es buscar puntos con bastante sombra, a poder ser que cubra todo tu coche. En ese sentido de detenerte, si emprendes un viaje muy largo, hacer pausas y darle un breve descanso a los kilómetros que hacen tus ruedas también es aconsejable.
Tardarás más en el desplazamiento, pero ganarás en seguridad para evitarte riesgos. Igualmente, como conductor recuerda parar unos minutos cada dos horas de trayecto. Tanto como saber que ruedas comprar y tener unas ruedas de coche en perfectas condiciones para circular con la máxima garantía.