¿Cómo influye llevar el coche muy cargado en la estabilidad del vehículo?

Los neumáticos son el punto de contacto entre el vehículo y el firme de la carretera. Así, su estado, su elección y sus características deben adecuarse a la carga soportada.

Además, aspectos como su sujeción y su inadecuada distribución pueden afectar a la estabilidad del vehículo, por lo que es imprescindible un buen equilibrado de neumaticos, y esta dependerá en parte de la carga que lleves.

Consecuencias de la pérdida de estabilidad en las ruedas de coche

Un coche inestable es sinónimo de una mayor fuerza de inercia en las curvas y una dificultad adicional para controlar el vehículo. En ese caso, tendrás que manejar el vehículo con más cuidado y atención. Tanto los frenos, como la suspensión y los neumáticos se mantienen iguales, con independencia de la carga que lleves. Por ello, y dado que la exigencia de fuerza de frenado es superior cuando la carga es pesada, el sistema ofrece una respuesta inferior. Si tu conducción no lo tiene en cuenta, es posible que el coche no tenga el espacio suficiente para frenar a tiempo.

Estudios científicos realizados sobre un gran número de vehículos demuestran que también la disposición de las cargas afecta a la estabilidad y la eficacia de las frenadas. El resultado es que el rendimiento se reduce en un 20 %.

Otra consideración importante es que, a mayor carga, mayor peso soportado por los neumáticos y, por ende, mayor desgaste de estos. No es infrecuente que el peso acabe deformando el neumático. Si, además, la presión de los mismos no ha sido bien regulada y es escasa, la consecuencia inmediata será que la parte central de la rodadura no contactará por completo con el firme. Si la presión es excesiva, ocurrirá lo contrario: solo la parte central contactará con el suelo.

Es decir, si acostumbras a conducir con un coche muy cargado o, sencillamente, debes hacerlo de vez en cuando, tendrás que mantenerte ojo avizor al respecto de la presión de las ruedas. Por seguridad sobre todo, pero también para evitar deterioros y sus gastos consecuentes.

Es inevitable: cuanto más cargado va tu coche, más consume. El gasto de combustible aumenta un 1 % por cada 45 kg de carga adicional. Si la colocas en el techo, utilizando algún tipo de compartimento o cofre, el consumo aumenta todavía más. Y la inestabilidad, por supuesto, también.

Criterios y sugerencias de conducción con cargas pesadas

El punto de partida es verificar que la carga incorporada no excede del dato consignado en la ficha técnica del automóvil. En caso contrario, no solo elevarás el riesgo de tu conducción, sino que también podrás ser multado por incumplir la ley.

Toma la precaución, a continuación, de equilibrar todo el conjunto. Reparte los objetos de la carga de manera cuidada, buscando contrapesos y distribuyéndola de modo equitativo. Sé consciente en todo momento de la carga que transportas. A la hora de frenar, hazlo mucho antes que de costumbre: el coche tardará más en detenerse, parcialmente o por completo. Por lo tanto, duplica la distancia de seguridad que mantienes con los automóviles precedentes.

Como consecuencia de los efectos en la estabilidad y el control ya comentados, deberás tomar las curvas mucho más despacio, porque los vaivenes y las inercias se acusan mucho más cuanto mayores son el volumen y el peso del objeto sometido a la velocidad. Cuanto mayor es esta, más riesgo existe de pérdida de control, así que tendrás que tomar las curvas más despacio.

La estabilidad de un coche cargado depende, sobre todo, de tu velocidad, de tu prudencia y del buen estado de los neumáticos. No asumas ningún riesgo, la seguridad es lo primero. Y la estabilidad es imprescindible para garantizarla.