¿Está tu coche realmente preparado para enfrentar una tormenta?

La presión de los neumáticos es un aspecto fundamental si quieres preservar tu seguridad y la de los que te acompañan cuando vas al volante. De hecho, es especialmente importante en el caso de que tengas que conducir durante una tormenta, algo para lo que debes estar preparado en todo momento. Aquí queremos explicarte qué puntos has de cuidar para asegurarte de que tu coche está preparado para desenvolverse en una situación extrema como esta.

La presión de los neumáticos y otros aspectos a tener en cuenta para conducir en condiciones de tormenta

Los neumáticos y la profundidad del dibujo de las ruedas del coche

Sin duda, la presión y la profundidad del dibujo de las ruedas del coche son dos aspectos muy relevantes a la hora de conducir durante una tormenta. Esto se debe, principalmente, a que son los más importantes a la hora de garantizar la adherencia de los neumáticos.

Por ejemplo, si la presión de los neumáticos es excesiva, la superficie de contacto con la carretera será más reducida y, en consecuencia, el nivel de adherencia será inferior. ¿El resultado? Mayores probabilidades de sufrir el temido aquaplanning. Por su parte, si es demasiado bajo, es cierto que la rueda contactará más con el asfalto, pero los grabados de esta tendrán menos capacidad de evacuar el agua acumulada sobre el pavimento.

Si a esto añadimos un excesivo desgaste en los dibujos de las ruedas del coche, el resultado puede ser catastrófico. Por ello, nuestro consejo es que, antes de que llegue el otoño, revises la profundidad de estos y, en caso de no ser la suficiente, procedas a su sustitución.

Echa un vistazo a las escobillas de los parabrisas

Otro elemento fundamental para preservar tu seguridad al volante. Generalmente, el sol afecta de forma negativa a las gomas de las escobillas de los parabrisas, lo que provoca que estas sean incapaces de cumplir correctamente su función y no faciliten la visibilidad bajo una tormenta de agua y, en el peor de los casos, de nieve.

Por este motivo, una vez que empiece a terminar el verano y bajen las temperaturas, sustituye las escobillas del parabrisas por otras nuevas. Lo agradecerás, y mucho, cuando llegue el momento. Piensa que así te asegurarás de que podrán evacuar el agua del cristal rápidamente para permitirte conducir con relativa tranquilidad.

No te olvides de los difusores de aire del parabrisas

Los difusores de aire del parabrisas están colocados bajo las rejillas que verás situadas en la zona del salpicadero que colinda con el cristal delantero. Estas piezas son las responsables de que puedas activar el sistema anti vaho de tu coche y, con él, de que evites que la luna delantera se empañe y no puedas tener una buena visibilidad de la carretera.

Por este motivo, revisa con atención dichos difusores. Piensa que, en una situación de tormenta en el que la diferencia de temperatura entre el interior y el exterior de tu vehículo es muy grande, el vaho se genera con mucha facilidad. Este elemento es responsable de una gran cantidad de accidentes cada año, así que no lo menosprecies.

En definitiva, si quieres que tu coche esté plenamente preparado para brindarte la seguridad que necesitas durante una tormenta, revisa con asiduidad la presión de los neumáticos, el dibujo de las ruedas del coche y el estado de las escobillas de los parabrisas y de los difusores de aire de la luna delantera. Solo así tendrás la garantía de que podrás enfrentarte a una sin poner en peligro tu integridad, la de aquellos que te acompañan y la de quienes transitan la calzada a la vez que tú.