¿Cómo influye el peso del coche en los neumáticos?

Todo vehículo viene con unas especificaciones técnicas en las que se determina que tipos de neumático puede utilizar. Estas especificaciones abarcan sus medidas, el tipo de fabricación y otros aspectos como la capacidad de carga o la velocidad máxima permitida. También se especifican distintos datos respecto al peso del coche.

Por un lado tenemos los datos que se refieren a su propio peso, lo que denominamos TARA, que se mide en condiciones del vehículo vacío, sin pasajeros o carga, pero con todo su equipo y los depósitos llenos y, por otro lado, la denominada MMA o PMA que determina cuál es el peso máximo cargado con el que puede circular el vehículo, así como el PMR que indica el peso máximo que puede remolcar.

El peso con el vehículo cargado, PMA, nunca debería superar el índice de carga de los neumáticos, ya que estarás poniendo en grave riesgo tu seguridad en la conducción, así como la de otros vehículos.

Cómo interpretar el índice de carga de los neumáticos

El índice de carga viene reflejado en los neumáticos en su flanco exterior y es la penúltima cifra de derecha a izquierda que se establece mediante un código de dos cifras.

Este código se corresponde con una tabla que muestra las equivalencias en kg que cada neumático de ese tipo puede soportar.

En un vehículo normal, el resultado de sumar la carga admisible de los cuatro neumáticos nos dará la carga total que estos pueden soportar y que suele estar ajustada al PMA o muy próxima.

Qué sucede si rebasamos la capacidad de carga de las ruedas

Los coches se diseñan para un determinado uso y su estabilidad en la circulación está comprometida con el cumplimiento de sus especificaciones técnicas.

De esta manera, cuando rebasas la carga admisible de un vehículo estás afectando a su estabilidad y a su seguridad. Concretamente, las ruedas dejarán de brindar la efectividad para la que están diseñadas, provocando los siguientes efectos.

Aumento de la distancia de frenado

A medida que incrementamos el peso del vehículo la distancia de frenado se hace más larga, pero si además sobrepasamos la carga que los neumáticos admiten, estos perderán inmediatamente sus cualidades de estabilidad y agarre, multiplicando los efectos de esta pérdida.

Inestabilidad en la trazada durante el frenado

Al perder adherencia y estabilidad estructural el neumático la trayectoria durante el frenado se puede ver afectada, desviándose el vehículo y aumentando los riesgos de colisión al perder el perfecto control sobre el mismo.

Pérdida de agarre lateral

La misma pérdida que se produce en el frenado, la notas en la estabilidad lateral del vehículo cuyos neumáticos van sobrecargados, perdiendo la adherencia en las curvas y haciendo que las trazadas sean imprecisas.

Mayor consumo

Si a un mayor peso le corresponde un mayor consumo de combustible en las condiciones normales, debido a que se ejerce una mayor resistencia al avance, si excedemos el peso admisible por los neumáticos multiplicaremos este efecto.

Esto se produce porque estamos deformando el neumático, haciendo más ancha su banda de rodadura y, por tanto, incrementando su rozamiento con el asfalto y generando más resistencia aún al avance.

Circular con cargas desequilibradas

Una cuestión muy importante es que, aunque las cuatro ruedas dan una suma de carga total, no dejan de tener independientemente un límite de carga por unidad.

Cuando pones una carga desequilibrada en tu vehículo, aun no pasándote en la carga total, estás rebasando la capacidad de carga de alguna de las ruedas y poniendo en compromiso la estabilidad del vehículo que pisará descompensado. Esto producirá básicamente los mismos efectos que sobrepasar la carga.

En definitiva, el peso del coche afecta a la funcionalidad para la que está diseñado y sobrepasar su carga genera inestabilidad que se agrava con el neumático.