Batería descargada y neumáticos desinflados: los riesgos del frío para el coche

Ofrecer números y estadísticas detalladas sobre averías y reparaciones de invierno en España (sobre todo en las Comunidades más al norte) es difícil. Los coches, SUV, furgonetas y vehículos comerciales, de hecho, se mueven con frecuencia de una región a otra y las condiciones del clima pueden variar muchísimo. Un ejemplo puede ser pasar de Aragón a la Comunitat Valenciana y medir los problemas o imprevistos de un automóvil puede ser poco útil.

Los principales riesgos del frío para el coche

Los únicos datos disponibles por el momento consideran solo una parte del mes de diciembre y contabilizan aproximadamente más de 200 intervenciones. No obstante, como es posible leer en los medios locales y nacionales, este invierno 2022 ha sido y está siendo particularmente duro.

La estación fría, ahora cada vez más desplazada hacia los meses de enero y febrero (con un diciembre cada vez más suave) está ofreciendo temperaturas más bajas con problemas para todos aquellos que se desplazan en coche. Sin embargo, al observar también lo que está sucediendo en el resto de Europa, se puede identificar la causa raíz de los problemas.

En aproximadamente el 40% de los casos, de hecho, desde diciembre se requirió una intervención debido a un mal funcionamiento de la batería. En aproximadamente la mitad de los casos, resultó inviable recargar la batería con la consecuente sustitución. La segunda gran causa de averías está ligada a los neumáticos, con alrededor del 17% de las intervenciones.

¿Cómo minimizar las molestias, considerando también las bajas temperaturas?

Para reducir el riesgo de averías, es importante que el vehículo se someta a un mantenimiento regular. Comprobar el nivel de carga de la batería y el estado de los neumáticos son fundamentales, dado el alto porcentaje de problemas e imprevistos ligadas a estos componentes. Además, cuanto más envejezca el vehículo, más será necesario revisarlo y revisarlo.

En los meses de invierno también es importante tener en cuenta los efectos directos e indirectos de las bajas temperaturas, sobre todo por la noche.

Si es posible, lo mejor es aparcar el coche en un garaje o zona cubierta (por ejemplo, puede ser una buena idea montar una marquesina). Durante el día es útil dejarlo en zonas más soleadas. Esto permite exponer menos la batería a temperaturas frías y también calentar el habitáculo, evitando así tener que succionar mucha energía de la batería al arrancar, cuando el motor aún está frío y no permite que la calefacción opere de la manera más efectiva.

Según las estadísticas recopiladas tanto en España como en Europa, los coches eléctricos sufren menos averías. Esto se debe en parte a que en promedio son más nuevos y tienen menos kilómetros recorridos que la flota de vehículos tradicional.

Sin embargo, se puede decir que los coches eléctricos tienen motores más sencillos y con menos piezas mecánicas que los motores de combustión. Esta diferencia también se puede ver en los costes de mantenimiento. Obviamente, los precios de compra también son diferentes.

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