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Qué son los caballos de un coche: ¿influye en tu compra?

An African man who buys a new car checks a car talking to a professional vendor

Los caballos de un coche son la medida de potencia que todos usamos cuando queremos comprar uno. De hecho, esta cifra ya es tan universal que incluso las personas que no saben nada sobre el mundo del motor pueden decir si un vehículo es más o menos potente dependiendo de los caballos que tenga.

Hay que elegir bien la cantidad de caballos, puesto que de ellos dependerán los impuestos, el gasto de gasolina e incluso la frecuencia con la que vamos a cambiar las ruedas. No podemos quedarnos cortos ni comprar un coche con muchos más caballos de los necesarios.

Qué son los caballos de un coche

Todos conocemos la medida, pero en realidad no sabemos que son los caballos de un coche, una cifra que tiene que ver con las máquinas de vapor de la revolución industrial.

Los caballos de potencia de un coche se suelen abreviar con las siglas “CV” que corresponden a caballos de vapor, que era la medida con la que se expresaba la potencia de aquellas máquinas y que se referían a la fuerza necesaria para levantar 75 km a un metro en un segundo, o también al 150 % de la potencia que desarrollaba un caballo durante toda su jornada de trabajo.

Esta unidad para expresar potencia ha llegado a nuestros días y se ha seguido usando para conocer qué podemos esperar del motor de un coche.

Cuántos caballos tiene mi coche: ¿cómo saberlo?

Hay personas, sobre todo aquellas que no son muy aficionadas al mundo del automóvil, que se hacen la pregunta de cuántos caballos tiene mi coche.

Tenemos muchas maneras de saberlo, pero una muy sencilla es coger la documentación y buscar en la tarjeta de Inspección Técnica (suele ser de color verde) la potencia real del vehículo que se mide en kW, como pasa con los electrodomésticos.

Una vez localizada esa cifra solo hay que multiplicar por 1,36 y nos salen los caballos de potencia reales, que siempre será un número un poco inferior del que anuncia el fabricante, pues siempre redondean hacia arriba.

Si no queremos multiplicar Internet es nuestro gran aliado

En el caso de que no queramos multiplicar para averiguar cuántos caballos de potencia tiene nuestro coche, o no tengamos la documentación a mano en ese momento, Internet será nuestro aliado.

Solo hay que poner el modelo de nuestro vehículo en Google (debemos saber el motor que lleva) y nos saldrán los caballos de inmediato.

Existen algunos modelos en los que un mismo motor puede tener varias cifras de caballos, por lo que el sistema puede fallar, de manera que otro método que podemos usar es el de las páginas de recambios.

En estas webs solo hay que poner la matrícula de nuestro coche y al momento nos dirá el modelo, el motor y los caballos que tiene. Lo hacen con el fin de que los clientes no se equivoquen al comprar los repuestos.

Entender qué son los caballos de un coche es muy importante. De ellos depende el poder viajar de forma cómoda, adelantado con seguridad y teniendo siempre potencia disponible, por lo que hay que elegir muy bien cuántos va a tener el vehículo que compremos.

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