La costumbre de tocar el claxon o golpear el capó antes de conducir está destinada a estar cada vez más extendida, especialmente en los meses de invierno, cuando la temperatura exterior es baja. ¿Cómo puede ayudar este hábito? La motivación resulta ser muy simple y lógica. Esto sí que es un problema animal.
Tocar la bocina antes de partir: por eso
Cuando la temperatura exterior es muy baja, todas las especies animales buscan refugio de la lluvia y la nieve. A las mascotas, especialmente a los perros y gatos, les encanta esconderse bajo el capó de los vehículos para protegerse.
El compartimiento del motor es un ambiente muy atractivo porque es un lugar caluroso. Por ello, no es raro que algunos encuentren un buen cobijo bajo la carrocería del vehículo, calentándose en paz y durmiendo la siesta. Por lo tanto, antes de subirse a su automóvil, siempre es una buena idea hacer una revisión rápida para asegurarse de que no haya intrusos en el área.
Por la mañana, antes de ir al trabajo, es recomendable hacer sonar el claxon del coche para anunciar tu presencia. De esta forma, el animal sabrá que ya no está solo. Además, aunque no se mueva, será fácil escuchar el maullido de un gato o el ladrido de un perro.
¿Qué riesgo puede correr el vehículo?
A menos que se trate de martas particularmente hambrientas que corten los cables con los dientes, es muy poco probable que el vehículo esté en peligro cuando estos visitantes estén estacionados dentro o debajo de él.
Por lo general, estos visitantes se asustan cuando se golpea el capó o suena la bocina y, a menudo, abandonan rápidamente el área. Sin embargo, solo para estar seguro, es una buena idea abrir el capó y verificar si hay algo inusual. De hecho, incluso los pequeños roedores pueden aflojar cables importantes dentro del automóvil.
Si usted es el tipo de persona a la que no le importa el destino de la vida silvestre y no le gusta golpear el capó o tocar la bocina, considere que su gato o el del vecino podrían estar debajo.
Salir temprano puede ser fatal. No necesita golpear el capó, solo dele palmaditas antes de subirse al automóvil, solo para estar seguro. No cuesta nada, pero al mismo tiempo salvará la vida de un animal salvaje o doméstico.