Neumáticos de invierno para coches: cómo reconocerlos fácilmente

Los neumáticos de invierno, a menudo también denominados neumáticos ‘térmicos’ o ‘de nieve’, son neumáticos desarrollados para utilizarse en condiciones ambientales particulares y para garantizar un alto nivel de seguridad en la conducción incluso durante el invierno.

Gracias a características técnicas y constructivas específicas, garantizan la tracción y la adherencia incluso cuando la carretera está mojada, cubierta de nieve o resbaladiza por el barro. Su uso no es obligatorio, sin embargo en determinadas zonas de España se considera como un sistema más de seguridad alternativo a las tradicionales cadenas de nieve. No llevar estas ruedas puede ser un peligro y si no respetas su obligo, podrían multarte.

Cómo reconocer los neumáticos de invierno

Por este motivo, entre finales de otoño y principios de invierno, muchos automovilistas españoles hacen gestiones para comprar un juego de neumáticos nuevos (o encargar a un especialista en neumáticos de confianza el montaje de los ya adquiridos); de algunas investigaciones sobre el comercio electrónico en nuestro país, se desprende que un número cada vez mayor de usuarios recurre a la web para buscar ofertas de neumáticos de invierno o, simplemente, para comparar precios, utilizando sobre todo portales especializados como Muchoneumatico.com, la tienda mejor valorada en España, según Trustpilot.

Como se mencionó, los neumáticos para nieve se diferencian de otros tipos de neumáticos por una serie de características técnicas y de construcción; como resultado, son fácilmente reconocibles en comparación con, por ejemplo, los neumáticos de verano.

A continuación, veremos cuáles son las características de un neumático de invierno y cómo afectan a la dinámica de conducción en determinadas condiciones.

El compuesto blando

Es una característica fundamental de los neumáticos térmicos pero también es la menos visible a simple vista. El compuesto, es decir, el producto de la mezcla del caucho con otras sustancias, es rico en sílice, un mineral que sirve para ablandar el neumático. En consecuencia, es capaz de resistir muy bien las tensiones ambientales típicas de la temporada de invierno, en particular las temperaturas inferiores a 7°.

El código ‘M+S’

Los neumáticos de invierno tienen una palabra codificada en el ‘hombro’: ‘MS’ (a veces ‘M+S‘ o ‘M-S’); está formado por las iniciales de dos palabras en inglés, a saber, ‘mud’ (barro) y ‘snow’ (nieve). Por lo tanto, el código indica que el neumático es adecuado para su uso en el barro o la nieve en la carretera.

La marca M+S generalmente se encuentra al final de la serie de códigos alfanuméricos grabados en el hombro del neumático; a menudo va acompañado de un icono (un símbolo adicional que no es obligatorio para la homologación de neumáticos de invierno), indicado como 3PMSF (acrónimo de “3 Peaks Mountain SnowFlake”). Representa un copo de nieve encerrado en una forma de montaña de tres picos.

El patrón de la banda de rodadura

La banda de rodadura es la zona de un neumático que, en la fase de rodadura, está en contacto directo con la superficie de la carretera; a partir de esto, es fácil comprender cómo es la parte del neumático que más afecta a la tracción, el agarre, el agarre a la carretera y la distancia de frenado.

En los neumáticos de invierno, la superficie de la banda de rodadura tiene una geometría compleja; las ranuras están diseñadas para desviar el agua hacia el exterior y garantizan un nivel adecuado de seguridad incluso en carreteras mojadas o inundadas. Incluso a simple vista, la diferencia con los neumáticos de verano es bastante evidente: estos tienen una banda de rodadura menos esculpida, por lo que la superficie en contacto con la carretera es más ancha y el coche tiene mayor tracción.

La textura de surcos y tacos que distingue a los neumáticos térmicos tiene una función muy específica: mejorar el agarre en condiciones críticas y potencialmente peligrosas. El caso típico es el de las carreteras cubiertas de nieve: la nieve rellena las distintas grietas de la banda de rodadura y, dado que la adherencia nieve-nieve es mayor que la que existe entre el asfalto y la nieve, el vehículo puede desarrollar la tracción necesaria para avanzar con seguridad incluso cuando el la superficie de la carretera está cubierta de nieve.

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